Golondrina mía
Golondrina mía.
Que surcas el cielo.
Tus pasos te guían a una vida mejor.
Aunque estén sostenidas por un grillete.
Que encadena hoy el prisma de tu alma.
Extrañas tu nido, tu hogar.
Extrañaste por mucho tiempo tu libertad.
Yo te la quiero dar.
Buscando la solución para sacarte de ese lugar.
Golondrina mía.
Nunca nos abandones.
Te hemos dado el cariño suficiente.
Es imposible darle palabras a nuestro amor.
Porque vuelas por todos lados.
Sacandote de ese hoyo tenebroso.
De ese terrible calabozo.
Para que puedas ser libre una vez más.
Aunque tú ala esté herida.
Podría ser que necesitas alguna solución.
O vas a perderte.
Entre la niebla de los recuerdos.
No podría ser.
Golondrina mía.
Que tú historia termine de esa forma.
Yo estaba buscando la forma de liberarte.
Ya que mi inspiración llegó.
Cuando te ví moviendote entre el amanecer.
Escapando de la noche oscura.
Llegando a los cielos.
Bailando cómo un colibrí.
Las palabras tendrán que contenerse.
De poder explicar lo que sentimos por ti.
Golondrina mía.
Que eres un ave majestuosa.
Que eres una ave que trata al viento con violencia.
Cuando se trata de dominarlo.
Pero fuiste abatida.
Sí, abatida.
Por un disparo.
Que vino de cualquier lugar.
Se escucha como tú cuerpo choca con el cruel suelo.
Se escucha un llanto de fondo.
El viento te extraña.
Los cielos aullan de dolor.
Y lloran.
Y lloran aún más.
Podría decirse que el viento se calló por un momento.
Por tí, golondrina mía.
Que fuiste tan especial.
Y siguen llorando por ti.
Las palabras tendrán que contenerse.
Si quieren relatar bien tu vida.
Porque das pasos de libertad.
Por dónde quiera que pases.
El aullido suena todavía.
Porque por tí caen las gotas de lluvia.
Por tí se mojan tus hermosas plumas.
Por tí otra vez el arcoíris volverá a verse.
Golondrina mía.
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